Este libro analiza el acontecimiento político de mayo de 1968 desplegado en Francia desde el punto de vista de las transformaciones que la fuerza de trabajo francesa estaba experimentando en su composición técnica, intelectual y política, al tiempo que explora los diseños que el capitalismo francés y su Estado le exigían para garantizar sus equilibrios políticos, su competitividad internacional y sus estrategias de dominación en el ámbito doméstico. Estudia también cómo estos planes de intensificación de la explotación y la subordinación política hicieron que el conjunto de la sociedad francesa reaccionara con una gran onda de rebelión, que puso en jaque el plan del capital y del Estado franceses para administrar de modo autoritario la sociedad francesa, desencadenando procesos políticos que se prologarán durante las décadas siguientes. Bologna y Daghini toman el pulso a Francia en el epicentro de 1968 para comprender qué supuso la revolución global de 1968 desde el punto de vista de los diversos comportamientos de clase desencadenantes de su colosal intensidad. Analizan, en definitiva, cómo la conformación y el comportamiento de la nueva composición de clase, que comenzaba a girar sobre el obrero masa para desplegar toda la potencia del general intellect antagonista, estaba dotada de un impresionante potencial subversivo capaz de disputar la dirección política a las clases y las elites dominantes y de lanzar proyectos sociales inéditos dotados de un contenido infinitamente mayor de igualdad y justicia.