Rodrigo Montalvo es el colmo de la placidez. Sus hijos, su mujer y su gato le quieren con locura. Trabaja, con muchísima moderación, en la empresa de su padre y vive en un gigantesco chalet. Y, además, es un hombre feliz. O al menos, eso ha creído siempre. Hasta que un buen día un psiquiatra, cuñado suyo para más seña s, empieza a hacerle dudar. Y el mundo cae sobre su cabeza. Nuestro héroe quiere saber qué le pasa, y visita las consultas de psicólogos, psiquiatras, hipnotizadores y curanderos, que aportan soluciones desternillantes y, por supuesto, no dudan en saquear su cartera. Pero la mayor sorpresa no llegará hasta el final, y vendrá de quien menos lo espera... Rodrigo Muñoz Avia consigue hacernos reír y pensar al mismo tiempo. Su novela Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos nos recuerda entre sonrisas que, más que intentar estar bien de la cabeza, la mejor meta para nuestras simples vidas debería ser vivir contentos y hacer un poco más felices a los demás.