Un mundo feliz es un clásico de la literatura del siglo XX, una sombría metáfora de un futuro posible. Los peores vaticinios del capitalismo se han cumplido: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Los humanos ya no procrean, el sexo se ha convertido solo en una diversión y las letras del alfabeto griego se han pervertido para clasificar a los seres humanos por castas. Todos aceptan su lugar en la nueva jerarquía social, perfectamente ordenada. Los valores humanos esenciales no tienen cabida en este mundo y los habitantes se crean in vitro con una técnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje. El soma, la droga por excelencia en este mundo distópico que propone Huxley, ayuda a los habitantes a escapar de la rutina. A cambio de este orden pulcro, la libertad de expresión y el pensamiento crítico han sido erradicados. Bernard Marx, el protagonista de la novela, inconformista e inteligente, deberá probar los límites de la sociedad que lo ha engendrado, iniciando un viaje más allá de las fronteras distópicas de su universo.
AUTOR/A
HUXLEY, ALDOUS
Aldous Huxley (1894-1963), novelista, ensayista, crítico y poeta inglés, nieto de Thomas y hermano de Julian. Nació en Godalming, Surrey, y estudió en las universidades de Eton y Oxford. Trabajó en varios periódicos y publicó cuatro libros de poesía antes de la aparición de su primera novela, Los escándalos de Crome (1921). Las novelas Heno antiguo (1923) y Contrapunto (1928), que ilustran el clima nihilista de la década de 1920, y Un mundo feliz (1932), una visión deshumanizada y utópica del futuro, le hicieron famoso. Durante gran parte de esta época vivió en Italia y Francia. En 1937 emigró a Estados Unidos. Entre sus más de 45 libros destacan los de ensayo, Un Pilatos burlón (1926), Mañana y mañana y mañana (1956), Nueva visita a un mundo feliz (1958) y Literatura y ciencia (1963). Otras novelas son Ciego en Gaza (1936), Viejo muere el cisne (1939), Mono y esencia (1948) y La isla (1962). Huxley también escribió crítica científica, filosófica y social, con obras importantes como El arte de ver (1932), La filosofía perenne (1946) y Los demonios de Loudon (1952). Se interesó mucho por el misticismo y la parapsicología. Las puertas de la percepción (1954) y su continuación, Cielo e infierno (1956), tratan de sus experiencias con drogas alucinógenas.