Con voz velada, Pierre Seel, ayudado por el periodista Jean Le Bitoux, recuerda: la deportación en los campos nazis, la tortura y la humillación, después del enrolamiento a la fuerza ?como alsaciano? en el ejército alemán, al frente del este, la evasión y la captura por los rusos. Pero también recuerda su vuelta de la guerra: el clima de reprobación erigido ante él, la homosexualidad inconfesable, la decisión de llevar una existencia «como los demás», el matrimonio y una vida en regla. Pero, un buen día de abril de 1982, decide acabar con esta apariencia, para que su silencio se vuelva un combate decidido por la verdad. La descripción de esta vida interrumpida es la confesión angustiosa de un hombre que desearía, simplemente, que por fin se hiciera justicia. La obra que nos ocupa indaga, pues, en un pasado que no es ni remoto ni irrepetible, la persecución por causa de orientación sexual sigue vigente hoy en la mayoría de países de nuestro planeta. No es este un relato amable o fácil para quien busque un mero pasatiempo. Nos encontramos ante un simple retazo de un ayer personal que nos compete, una historia vivida, bien narrada y llena de precisas citas de la época. Una biografía que plantea no sólo recuperar la memoria de los y las homosexuales que sucumbieron bajo la deportación nazi, sino que llega hasta los recelos y la homofobia del presente.