Ha sido profesora de literatura durante doce años en una escuela de Caen. Le gusta escribir para niños porque piensa que con ellos podemos hablar de cosas importantes, como la soledad o enfermedades, sin ser muy duros ni darles mucha importancia. Comenzó a escribir cuando su hijo de seis años fue diagnosticado con una enfermedad ósea. Desde 2012 dirige un catálogo en Fleurus, donde escribió los primeros títulos.
 
         
    
