Nuestras primeras palabras lanzadas sobre la experiencia, ¿no habrían ya cubierto, sin que lo sospechemos, nuestra experiencia? ¿No son ya la culminación de tantas elecciones enterradas a través de los años, fosilizadas, en las cuales se ha sedimentado nuestro pensamiento? Las palabras se nos imponen, sin que nosotros tengamos poder sobre ellas, a nuestra manera de pensar y de vivir. También vivir, pensar -verdaderamente vivir y verdaderamente pensar- no sería, en principio, lo siguiente: ¿sacudirse del yugo de aquello que, obligado, sufre el espíritu, pero que no se conoce? Ahora bien, ¿podemos desplazarnos de nuestras palabras, aunque sean las más comunes y corrientes, y desenclaustrar sus prejuicios para darle la oportunidad a otro pensamiento? A un pensamiento que no sea solo la prolongación -el despliegue al infinito- de la manera en la cual comenzamos un día a entrar en el pensamiento. Y en principio, ¿podremos salir de la lengua del "ser", en la cual nuestro pensamiento se ha articulado desde los Griegos?
AUTOR/A
JULLIEN, FRANÇOIS
Estudió en la l'École Normale Supérieure y, luego, en las universidades de Shangai y Pekín. Fue responsable de la Antena Francesa de Sinología en Hong Kong y becario de la Maison franco-japonaise de Tokio. Doctor en Estudios de Extremo Oriente (1978) y en Letras (1983), fue presidente de la Asociación Francesa de Estudios Chinos y del Collège International de Philosophie. Actualmente es profesor en la Universidad París 7 y director del Centre Marcel-Granet y del Instituto del Pensamiento Contemporáneo. El trabajo que ha emprendido entre pensamiento chino y filosofía europea se orienta a la vez a deslocalizar la reflexión, explorando en el Extremo Oriente inteligibilidades diferentes que las desarrolladas por el pensamiento europeo y, por efecto de retorno, a poner en crisis las elecciones de la razón europea y a interrogar sus tomas de partido. Intentando evitar la doble trampa del prejuicio etnocéntrico y la fascinación ejercida por el exotismo, su ambición es construir una relación intercultural tan apartada del fácil universalismo como del relativismo perezoso.