Cuando el 22 de junio de 1941 el ejército alemán cruzó la frontera de la Unión Soviética dio comienzo uno de los más espeluznantes episodios de la Segunda Guerra Mundial. Conocemos las célebres batallas y hemos visto la bandera del Ejército Rojo levanándose sobre el Reichstag. Menos se ha escrito sobre una realidad atroz. A saber, que la tierra conquistada fue escenario de una práctica de exterminio de diversos pueblos, y muy principalmente del pueblo judío, que se cobró la vida de millones de inocentes. Las masacres o los campos de concentración levantados con la misma prisa con la que se administraba la muerte, no eran una mera consecuencia de la guerra. Bien al contrario, el exterminio era su razón de ser. El ejército alemán actuaba de acuerdo a un plan sistemático diseñado en Berlín y nacido en la pragmática racista del Tercer Reich.
Vasili Grossman e Ilyá Ehrenberg compilaron los testimonios de los supervivientes para que el mundo conociera la insondable magnitud del horror. Cientos de testimonios llegados a sus manos o recogidos por medio de entrevistas a las víctimas sirvieron para erigir un monumento hecho de sangre y heroísmo, el de quienes padecieron el encierro en los guetos y tomaron el camino de la ejecución; el de los pocos que se atrevieron a desafiar a los verdugos. Vetada su publicación por Stalin y convertido en secreto manuscrito, El libro negro ha llegado a nosotros como llegan los milagros, como aflora siempre la verdad.
La que nos habla del horror que padecieron los hombres y la dignidad con la que enfrentaron el martirio.
EL LIBRO NEGRO
AUTOR/A
GROSSMAN, VASILIJ SEMENOVIC
Vasily Semyonovich Grossman (Russian: December 12, 1905 - September 14, 1964) was a Soviet writer and journalist. Grossman trained as an engineer and worked in the Donets Basin, but changed career in the 1930s and published short stories and several novels. At the outbreak of the Second World War, he became a war correspondent for the Red Army newspaper Krasnaya Zvezda, writing firsthand accounts of the battles of Moscow, Stalingrad, Kursk and Berlin. Grossman's eyewitness accounts of conditions in a Nazi extermination camp, following the liberation of Treblinka, were among the earliest.<BR><BR>After World War II, Grossman's faith in the Soviet state was shaken by Joseph Stalin's embrace of antisemitism in the final years before his death in 1953. While Grossman was never arrested by Soviet authorities, his two major literary works (Life and Fate and Everything Flows) were censored during the ensuing Nikita Khrushchev period as unacceptably anti-Soviet, and Grossman himself became in effect a nonperson. The KGB raided Grossman's flat after he had completed Life and Fate, seizing manuscripts, notes and even the ribbon from the typewriter on which the text had been written. Grossman was told by the Communist Party's chief ideologist Mikhail Suslov that the book could not be published for two or three hundred years. At the time of Grossman's death from stomach cancer in 1964, these books were unreleased. Copies were eventually smuggled out of the Soviet Union by a network of dissidents, including Andrei Sakharov and Vladimir Voinovich, and first published in the West, before appearing in the Soviet Union in 1988.<BR><BR>Wikipedia
EHRENBURG GRIGÓRIEVICH, ILYA
Kiev, Ucrania (1891)- Moscú, URSS (1967). Vivió una vida fascinante no exenta de polémicas. Poeta y propagandista soviético, Vladimir Nabokov dijo en una ocasión de él que no existía como escritor, pues era «periodista. Siempre fue un corrupto.» Escritor y cronista lúcido de su tiempo, le tocó vivir una de las épocas más descarnadas de todos los tiempos -el grueso del siglo xx- con sus incompresibles y letales guerras mundiales, el genocidio judío y el auge de los totalitarismos, en particular, el que construyeron los bolcheviques sobre las ascuas de la Rusia de los zares.<BR><BR>Amigo de Bujarin, con quien colaboró en actividades subversivas en 1905, emigró a una temprana edad a París y trabó amistad con Picasso, Apollinaire y Ferdinand Léger. Trabajó como corresponsal en el frente durante la Gran Guerra y luego regresó a Rusia, pero volvió a partir en 1921, esta vez hacia Berlín. Cuando estalló nuestra guerra civil, Ehrenburg no dudó en acudir tras la noticia y trabó amistad con Buenaventura Durruti. Durante la segunda guerra mundial, publicó una serie de artículos incendiarios sobre los soldados alemanes en la revista Estrella Roja que avivaron la ferocidad del Ejército Rojo en su conquista del III Reich. Entre 1943 y 1946, trabajó junto con Vasili Grossman en el Comité antifascista judío. Éste fue el origen del Libro negro, obra de ambos, en el que se documenta el exterminio judío en Europa oriental; el libro no fue publicado hasta 1970 y no en Moscú sino en Jerusalén.<BR><BR>Al finalizar la guerra, Ehrenburg se convirtió en una personalidad destacada del régimen soviético. Tras la muerte de Stalin, escribió la novela El deshielo (1954), título generado por el proceso de «desestalinización» que se activó en la Unión Soviética.<BR>