En su fase actual, el movimiento proletario tiende a realizar una revolución de la organización de las cosas materiales y de las fuerzas físicas; sus rasgos característicos no pueden ser los sentimientos y las pasiones difusas en la masa y que sostienen la voluntad de la masa; los rasgos característicos de la revolución proletaria no pueden encontrarse más que en el Partido de la clase obrera, en el Partido Comunista, el cual existe y se desarrolla en cuanto es la organización disciplinada de la voluntad de fundar un Estado, de la voluntad de dar una estructuración proletaria a la ordenación de las fuerzas físicas existentes y de poner las bases de la libertad popular.
Antonio Gramsci
La presente selección de textos de Antonio Gramsci comprende diversos artículos publicados entre 1919 y 1926 en los cuales el revolucionario italiano desarrolló su reflexión sobre la organización del partido político de la clase obrera en el contexto de la posguerra en Italia.
A lo largo de estos escritos se van desplegando las concepciones desde las cuales Gramsci abordó la problemática de la organización y del Partido entendiendo al mismo como una realidad histórico-social y no realizando un abordaje teórico sobre los partidos políticos en general, sino desde una óptica política y militante sobre la construcción y el funcionamiento del partido de la clase obrera.
Marcelo F. Rodríguez
ESCRITOS SOBRE EL PARTIDO Y LA ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA
AUTOR/A
GRAMSCI, ANTONIO
Antonio Gramsci. Teórico y activista político marxista, nació en Cerdeña en 1891. A pesar de las dificultades financieras y de salud, Antonio Gramsci estudió en la Universidad de Turín, donde recibió la influencia intelectual de Croce y de los socialistas. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano. Al final de la guerra, sus lecturas de Marx, Engels y Lenin lo impulsaron a rechazar el idealismo filosófico. En 1919 fundó el periódico Ordine Nuevo, dirigido al proletariado italiano. Ante la disyuntiva planteada por el curso que tomaba la Revolución rusa, Gramsci optó por adherirse a la línea comunista y, en 1921, se escindió con el grupo que fundó el Partido Comunista Italiano. Integró el Comité Central, al que también representó en Moscú en el seno de la Tercera Internacional (1922), y en 1924 creó un órgano de prensa oficial (L?Unità) y fue diputado. Cuando en 1925 Mussolini anunció su propia dictadura, Gramsci pasó a la clandestinidad en medio del opresivo clima de intimidación creado por los fascistas. Fue arrestado en 1926 y después de once años de malos tratos y confinamiento, durante los cuales no volvió a ver a su esposa ni a sus hijos, murió en 1937. En esas condiciones, sin embargo, Gramsci fue capaz de producir una gran obra escrita (los treinta y cuatro Cuadernos de la cárcel) que contiene una revisión historicista del pensamiento de Marx, tendente a modernizar el legado comunista para adaptarlo a las condiciones de Italia y de la Europa del siglo XX. El tema más persistente en sus cuadernos defiende la ampliación de las bases sociales del comunismo a toda clase de trabajadores, incluidos los intelectuales. Sus aportes teóricos influyeron poderosamente en la adaptación democrática del comunismo occidental que se produjo en los años sesenta y setenta. En la actualidad, la concepción gramsciana de hegemonía permite articular el combate contra las ideologías burguesas modernas con la práctica marxista entre las clases populares.


























