Palmiro Togliatti dijo en 1958: "La aparición y el desarrollo del leninismo en la escena internacional fue el factor decisivo de toda la evolución de Gramsci como pensador y como hombre político de acción". Hablaba con pleno conocimiento de causa y decía la verdad. Sin embargo, tras el congreso de la Bolognina que disolvió el partido que Gramsci y Togliatti habían creado, esta tesis ha sido deformada o lo que es mucho peor, olvidada. En la actual difusión del pensamiento de Gramsci en España se hace un esfuerzo denodado para separar la obra de Lenin de la de Gramsci.
Gramsci consideraba a Lenin como el autor de la principal aportación hecha en el siglo XX a la filosofía de la praxis: la teoría de la hegemonía. La presente selección de textos aporta elementos de prueba en defensa de la idea de que Gramsci es el autor del mejor intento de traducir la filosofía y la política de Lenin sobre la hegemonía a las condiciones y al contexto del mundo occidental.
ALLÍ DONDE LA VOLUNTAD QUIERA Y COMO LA VOLUNTAD DESEE
AUTOR/A
GRAMSCI, ANTONIO
Antonio Gramsci. Teórico y activista político marxista, nació en Cerdeña en 1891. A pesar de las dificultades financieras y de salud, Antonio Gramsci estudió en la Universidad de Turín, donde recibió la influencia intelectual de Croce y de los socialistas. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano. Al final de la guerra, sus lecturas de Marx, Engels y Lenin lo impulsaron a rechazar el idealismo filosófico. En 1919 fundó el periódico Ordine Nuevo, dirigido al proletariado italiano. Ante la disyuntiva planteada por el curso que tomaba la Revolución rusa, Gramsci optó por adherirse a la línea comunista y, en 1921, se escindió con el grupo que fundó el Partido Comunista Italiano. Integró el Comité Central, al que también representó en Moscú en el seno de la Tercera Internacional (1922), y en 1924 creó un órgano de prensa oficial (L?Unità) y fue diputado. Cuando en 1925 Mussolini anunció su propia dictadura, Gramsci pasó a la clandestinidad en medio del opresivo clima de intimidación creado por los fascistas. Fue arrestado en 1926 y después de once años de malos tratos y confinamiento, durante los cuales no volvió a ver a su esposa ni a sus hijos, murió en 1937. En esas condiciones, sin embargo, Gramsci fue capaz de producir una gran obra escrita (los treinta y cuatro Cuadernos de la cárcel) que contiene una revisión historicista del pensamiento de Marx, tendente a modernizar el legado comunista para adaptarlo a las condiciones de Italia y de la Europa del siglo XX. El tema más persistente en sus cuadernos defiende la ampliación de las bases sociales del comunismo a toda clase de trabajadores, incluidos los intelectuales. Sus aportes teóricos influyeron poderosamente en la adaptación democrática del comunismo occidental que se produjo en los años sesenta y setenta. En la actualidad, la concepción gramsciana de hegemonía permite articular el combate contra las ideologías burguesas modernas con la práctica marxista entre las clases populares.