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Este libro es una polifónica y excelente introducción al feminismo popular, éste que tiene sus fuentes en movimientos indígenas, campesinos y populares, y es uno de los caudalosos ríos que alimenta los feminismos de hoy. Los textos y entrevistas nos sumergen en las voces, las memorias, las prácticas, y las reflexiones y armazones teóricos de las mujeres y ?disidentes sexuales (lesbianas, bisexuales, trans, travestis)? del pueblo, principalmente latinoamericanas pero no sólo. Desde Argentina a Centroamérica, pasando por Venezuela, Cuba y Brasil, hasta Vandana Shiva o las mujeres palestinas.
Este libro es una invitación a leer la palabra vivida por las otras, sin juzgar las estrategias y tácticas que cada una tomó, es un ejercicio de memoria (hablan diferentes generaciones sobre sus experiencias y concepciones) y es también un rescatar la oralidad de las luchas y un reivindicar lo plural de los cuerpos*territorio. Divididos en dos partes bien claras, los primeros contenidos reflejan los aportes teóricos mientras que la más amplia segunda parte se centra en prácticas y las enseñanzas que de ellas extraen las diferentes protagonistas.
?Lo llamamos feminismo popular porque queremos diferenciarnos de un feminismo de derecha, elitesco, blanco, europeo, académico; que ha tributado a la lucha de las mujeres, pero desde una acera en donde nosotras no nos reconocemos. Es popular porque es desde la comunidad, desde los sectores más marginados, desde las mujeres negras, pobres, que cuestionan la opresión desde la opresión y no desde un aula. Un feminismo que construye identidad y reivindica lo popular, pero lo cuestiona también, porque no todo lo popular es bueno. Es un feminismo con una identidad crítica, y crítica de sí mimo también?.
"Despatriarcalizar el feminismo es entonces, volverlo a lo plural de los territorios y a lo diverso de las vidas de las mujeres, pues así, habrán tantos feminismos como formas de entenderse mujer dentro una clase o de un pueblo y habrán tantas estrategias y tácticas como problemas que agobian a la vida de las mujeres y por ende, es un tanto difícil y arrogante imponer agendas de luchas o calendarios de movilización a quien no lo siente como urgente y prioritario, por eso es tan dulce y desobediente renunciar al ideario colonial y abandonar las ganas de que todo se vuelva homogéneo, incluso nuestro Movimiento, pues nuestra heterogeneidad surge como la rebeldía de los A VECES en el cuento de los SIEMPRE y los NUNCA del Subcomandante Marcos, hoy Galeano, como las compañeras del MST y Darío Santillán desde el campo y la ciudad van siendo escuela unas de otras sin el afán de que todas sientan*piensen*hagan igual.
Tenemos diferencias. Somos distintas y no siempre somos cálidas en las críticas, pero no por ello dejamos de ser sororas, por eso, este texto es una invitación a leer la palabra vivida por las otras, sin juzgar de manera colonial y patriarcal las estrategias y tácticas que cada una tomó para sobrevivir en un mundo que a todas luces nos quiere a todas muertas. No queremos ni vamos a coincidir en todo, pero vamos a ser espejos de unas y otras y en ese reflejo, muchas veces no nos gustará lo que vemos y capaz que se evidencie lo limitadas que estamos por ese feminismo que tanto decimos rechazar o capaz que se refleje qué tan liberales estamos siendo dentro de nuestros propios feminismos o qué tan colonialistas somos con aquellas mujeres que no se declaran feministas o quizás se muestre qué tan patriarcales estamos siendo en la forma en que construimos relaciones con otros movimientos y otros cuerpos que hoy están también por la defensa de la vida".