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Debía al fin amanecer un día en que el pueblo español, condenado al silencio por tanto tiempo, sujeto al despotismo ministerial, reducido a la más ominosa abyección; explotado por el monopolio, insultado por la inmoralidad y el cinismo de sus gobernantes, escandalizado por una corrupción que amenazaba disolverlo todo, ansioso de la posesión de sus derechos y falto de gobierno y de justicia, levantase indignado la frente [y] cayese como una tempestad sobre los que habían provocado su cólera.
El día destinado para tan alto fin por la Providencia fue el 17 de julio de 1854.
Así arranca la crónica anónima firmada por Un Hijo del Pueblo sobre la movilización popular que en el verano de 1854 sentenció la crisis política del régimen liberal, abriendo un nuevo ciclo en la construcción de la ciudadanía en la España contemporánea.
Esta obra olvidada durante décadas desde su publicación al quedar inserta dentro de otra, aparece ahora publicada de forma independiente con una introducción de Pablo Sánchez León que trata de situar el relato en su contexto cultural de producción y recuperar su memoria para la crítica del presente; la edición de la crónica se acompaña también de un estudio de Germán Labrador Méndez sobre el rico universo de significados culturales y políticos del pueblo protagonista de esta revolución.
El libro contiene además una serie de planos que permiten visualizar el desarrollo de las luchas callejeras que durante tres días enfrentaron por las calles del centro de Madrid a la población civil con tropas militares y guardias civiles hasta la victoria ciudadana.
Un Hijo del Pueblo es el autor anónimo de esta crónica sobre un levantamiento popular en el Madrid de mediados del siglo XIX que dio al traste con una larga década de gobiernos conservadores presididos por la corrupción, el autoritarismo y la degradación de la vida ciudadana. Este observador-participante privilegiado de la manifestación ciudadana que terminó en insurrección revela ser también un perspicaz analista, tanto de la fisonomía de la movilización como de la cultura política subyacente al primer episodio de la historia contemporánea española en el que la democracia ocupó un espacio de importancia en la imaginación política.