Este libro analiza -por primera vez desde una perspectiva totalizadora, a la vez completa y concreta- la situación de la sociología en la sociedad de consumo. El germen del análisis es una reflexión sobre el grupo de discusión: técnica de investigación surgida en los años sesenta (Jesús Ibáñez es uno de los pioneros), que ha ido desplazando a la encuesta estadística cada vez de más campos de estudio. Frente a la encuesta -superficial, represiva-, el grupo de discusión es profundo y expansivo: la encuesta capta lo fenomenal -los discursos-, el grupo de discusión reproduce lo generativo -los textos que producen los discursos-. Durante un tiempo se pensó -al fondo la insurrección de mayo- que era una técnica liberadora (de la palabra, del cuerpo): pero su expansividad es una trampa, su profundidad permite una manipulación más a fondo. No hay ciencias verdaderas ni técnicas buenas: todas son instrumentos del capital. El capitalismo de producción y acumulación es individualista: produce individuos y los ajusta al orden mediante una ideología discursiva (su estructura es neurótica). El capitalismo de consumo es grupalista: consume grupos -los consumidores encadenados a los objetos mediante el consumo de los grupos que consumen objetos- (la ideología se hace institucional, merotropismo: su estructura es psicótica). Así se disipan las esperanzas de la liberación por la palabra y los grupos. Ser revolucionario exige ir más allá de la sociología, más allá de las dicotomías que la fundan: plantear con radicalidad las preguntas sobre el origen. Jesús lbáñez (1928-1992) ha publicado en Siglo XXI: Del algoritmo al sujeto. Perspectivas de la investigación social (1985); Por una sociología de la vida cotidiana (1994). El regreso del sujeto. La investigación social de segundo orden (1994). Más allá de la sociología -presentado como tesis doctoral- es una reflexión sobre su experiencia, que intenta unificar las dos caras de su actividad.
AUTOR/A
IBAÑEZ ALONSO, JESÚS
Jesús Ibáñez fue el único hijo de una madre soltera, propietaria de un pequeño comercio y de algunas vacas en la aldea de San Pedro del Romeral, en el Valle del Pas (Cantabria). Muy pronto le interesó la filosofía y decidió estudiar Ciencias Políticas trasladándose a Madrid.<BR>En la facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Madrid, más tarde Universidad Complutense de Madrid, entró en contacto con disidentes que se convertirían en figuras importantes del pensamiento español, como Alfonso Sastre o Ignacio Aldecoa. Durante las detenciones de estudiantes e intelectuales de 1956, Ibáñez y otros tres estudiantes redactaron un escrito de solidaridad. Los cuatro fueron juzgados e Ibáñez fue condenado a seis años de cárcel, aunque finalmente sólo cumplió seis meses.<BR>Su encarcelamiento provocó su expulsión de las instituciones académicas con las que colaboraba: el Instituto de la Opinión Pública, la Escuela de Periodismo y la Universidad Complutense. Cuando salió de la cárcel, Ibáñez se encontró sin trabajo ni posibilidad de encontrarlo y fundó el Instituto de Investigaciones de Mercado ECO.<BR>A finales de los años sesenta participó en la fundación de la Escuela Crítica de Ciencias Sociales de CEISA de Madrid, un marco docente libre, que fue clausurado en sucesivas ocasiones por la policía franquista. En 1974 Ibáñez se reincoporó a la Universidad Complutense gracias al apoyo de, entre otros, Salustiano del Campo. En 1982 logró la cátedra de Métodos y Técnicas de Investigación Social de esa misma universidad.