Pocos escritores o pensadores son más «citables» que Thoreau, pocos han estado tan dotados para ese aforismo o esa frase que puede cambiarnos la vida y desplegar un conjunto inédito de posibilidades existenciales. Sus ensayos, sus diarios o sus cartas son una fuente inagotable del pensamiento más luminoso, aquel que nos golpea en la cara como una ráfaga de aire fresco y vivificador. Desde esta premisa, hemos recogido en este volumen una antología de sus mejores pensamientos sobre la belleza y el azar, la amistad y la imaginación, la moda y la dieta, la libertad y la rebelión, la música y el silencio, los indios y la sabiduría, la simplicidad y el dinero, los viajes y la soledad, los árboles y los pájaros, el trabajo y el amor, la estaciones y el ciclo interminable de la vida.
Itinerarios de lectura
AUTOR/A
THOREAU, HENRY DAVID
Henry David Thoreau (Massachusetts, 1817-1862) fue agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices, además de ensayista y uno de los padres fundadores de la literatura estadounidense. Disidente nato, tan completamente convencido de la bondad de la naturaleza como para proclamar un «pensamiento salvaje», se le considera también un pionero de la ecología y de la ética ambientalista. Sin embargo, su auténtico empleo fue, según se ocupó de recordar, «inspector de ventiscas y diluvios». Thoreau quiso experimentar la vida en la naturaleza, por lo que el 4 de julio de 1845, Día de la Independencia, se fue a vivir durante dos años a los bosques cercanos a Walden Pond. Abandonó la cabaña que él mismo construyó en septiembre de 1847 para volver a vivir con su familia. Su obra Walden, que relata su vida en los bosques, fue publicada en 1854. Años antes, en 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue encarcelado. De este hecho nace su ensayo La desobediencia civil, pionero en sus propuestas relativas a la insurrección frente al Estado y la no violencia.