Sócrates fue condenado a muerte por sus conciudadanos: el acontecimiento es tan célebre que eclipsa las otras tragedias que golpearon a los filósofos griegos. Hacer del pensamiento una profesión, cuestionar el orden de la ciudad y del mundo, significaba exponerse a peligros extremos. Además de la muerte de Sócrates hay que mencionar el destierro de Jenofonte, Platón vendido como esclavo, las amenazas que se cernieron sobre Aristóteles y las desgracias de Lucrecio: son otros tantos ejemplos de ese destino. A finales de la Antigüedad, en el Egipto helénico la neoplatónica Hipatia fue brutalmente asesinada por una multitud de fanáticos guiados por obispo de Alejandría: la ciudad cristiana no era menos hostil a los pensadores que la ciudad pagana.
AUTOR/A
CANFORA, LUCIANO
Canfora es catedrático de Filología Clásica en la Universidad de Bari, y forma parte del comité científico de la «Society of Classical Tradition» de Boston y de la Fundación Instituto Gramsci de Roma. Además dirige la revista Quaderni di Storia y la colección de textos «La città antica», y forma parte del consejo directivo de las revistas Historia y crítica, Journal of Classical Tradition, y Limes.<BR><BR>Luciano Canfora es considerado uno de los mayores clasicistas europeos vivos, ha estudiado problemáticas de historia antigua, literatura griega y romana, historia de la tradición, estudios clásicos, política y cultura del siglo XX. Entre sus últimos trabajos publicados cabe destacar algunos títulos, como La biblioteca desaparecida (1998), Julio César, un dictador democrático (2000), Storia della letteratura greca (2000), El misterio Tucídides (2002) y Una profesión peligrosa: la vida cotidiana de los filósofos griegos (2002).<BR>