Los libros no van a salvarte

O bueno, sí, un poco

Vengan los malos tiempos que vengan, no podemos sino manejarnos en la incertidumbre, surfear la temporada de fiesta y luces de colores, pero acomodarnos jamás; que ellos no se queden con las palabras; la tristeza puede que sea contrarrevolucionaria, pero la alegría obligatoria puede ser la antesala del infierno. Es necesario no desfallecer...

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Vengan los malos tiempos que vengan, no podemos sino manejarnos en la incerteza, surfear la temporada de fiesta y luces de colores, acomodarnos jamás; que ellos no se queden con las palabras; la tristeza puede que sea contrarrevolucionaria, pero la alegría obligatoria puede ser la antesala del infierno. Es necesario no desfallecer. Encare su día a día lo mejor que sepa, pero nunca solo. Esperáncese en lo cotidiano que suele ser gratis, y siga estos simples pasos sin pretensiones.***

1 - Despoje la acción política de toda forma de paranoia unitaria y totalizante.

Este paso va de abrir boca. Puede empezar por una colección de historias veraces y voraces de humanidad, como las que cuenta Lucia Berlin en Una noche en el paraíso. La peripecia amorosa-lésbica de la vida precaria de Eva Baltasar en Permafrost, o la novela autobiográfica que muestra a una Kate Millet afectada de celos, gritándose a sí misma “¡con lo que yo he sido!” en Sita. Puede servir el drama tanto como el humor: sucumbir en las penas de amor y confesiones de toda una generación en Las cartas de Elena Francis, o preferir una fábula interclasista de aquel mayo del 68, donde hasta el gerente del hotel se pone en huelga, en El banquete de las barricadas. Pero si no quiere saber nada del mundo, su novela será Los asquerosos, donde una vez más Santiago Lorenzo ofrece una tierna e irónica historia de misantropía.

2 - Desarrolle la acción, el pensamiento y los deseos por proliferación, yuxtaposición y disyunción, antes que por subdivisión, y jerarquización piramidal.

El segundo paso es que todos los sabores (o saberes) se mezclen. Puede entrar a través de la historia contada con maestría por Paco Roca en El tesoro del cisne negro, sobre el hallazgo submarino de un buque misterioso, pero también va a servir la fábula de Lo que más me gusta son los monstruos, en la que convergen las historias de terror y el pulp de los sesenta con la Alemania nazi y el holocausto. La pregunta siempre será de qué monstruos estamos hablando. Illska, la maldad, es un novelón que da un repaso al auge reciente del fascismo en Europa. Samantha Schweblin ve esos monstruos en Kentukis, aunque no se sabe bien si son los humanos o los inquietantes muñecos de peluche accionados a distancia. Monstruos, desde los más inofensivos a los más violentos, están encerrados en el libro de relatos Pelea de gallos de María Fernanda Ampuero. El cóctel puede enriquecerse, asimismo, reconociendo la intrínseca farsa de los propósitos humanos: por ejemplo con La república fantástica de Annobon, de Zamora Loboch. Para cerrar el apartado, Somos la calle, un libro de fotos sobre quiénes somos, incluso donde no nos gusta mirar.

3 - Libérese de las viejas categorías de lo Negativo (la ley, el límite, la castración, la falta, la laguna) que el pensamiento occidental, desde hace tanto tiempo, ha considerado sagradas en tanto formas de poder y modo de acceso a la realidad. Prefiera lo positivo y lo múltiple [...]

El tercer paso es algo arriesgado. Mirar a lo pequeño, a lo distinto, a lo menospreciado, a lo no normativo, le hará cambiar la visión... Eso es lo que sucede cuando leemos Estamos todas bien, el premiado cómic de Ana Penyas, o Enorme suciedad, la historia de Maite Mutuberria dibujada con mucho dolor sobre su propia depresión. Cuéntalo fue una historia novelada en los noventa que regresa en formato de cómic para hacernos entender qué sucede en una vida joven violada. Entre el ensayo y la autobiografía, el libro Los argonautas es una apuesta por lo personal como revolución del pensamiento (diverso). Las viejas categorías nos persiguen en nuestras relaciones y afectos, por eso conviene sumergirse en Pensamiento monógamo / Terror poliamoroso, o en Mujeres que ya no sufren por amor (dos caras de la misma moneda). Para tomar perspectiva sobre aquellas que han abierto mundos nuevos bajo nuestros pies, podemos darnos un banquete con Herstory (Una historia ilustrada de las mujeres) o con el muy didáctico We can be heroes, que es mucho más que una colección de personalidades lgtbq.

4 - No imagine que es necesario ser triste para ser militante, incluso si la cosa que se combate es abominable. El lazo entre deseo y realidad es lo que posee fuerza revolucionaria (y no su huida hacia las formas de la representación).

La semilla está, a veces, donde no es cómodo mirar. La historia reciente de El Salvador está contada a través de una biografía, Los doce nacimientos de Miguel Mármol, como metáfora de la supervivencia al tiempo colonial. Se encuentra también en la historia de los indios americanos, o mexicanos, en Ahora me rindo y eso es todo de Álvaro Enrigue. El ya clásico reportaje de Óscar Martínez Los migrantes que no importan será actualidad mientras se sigan elevando muros. Por eso, para deconstruir hasta los cimientos, hay que volver a Achile Mbembe, que acaba de publicar Políticas de la enemistad; y comprender los mecanismos ocultos que hicieron posible durante siglos la Esclavitud, en el libro de Michael Zeuske. Como no tendremos miedo de diseccionar, a partir de aquí, la cuestión de las razas, deberemos seguir con el muy recomendable cómic Panteras negras, el testimonio-ensayo Ser mujer negra en España (Desirée Bela-Lobedde) o el libro de conferencias de Tony Morrison El origen de los otros. Ama Ata Aidoo cuenta una historia muy peculiar de mujeres y comunidad en Nuestra hermana aguafiestas; la revolución está a veces donde nadie se la espera.

5 - No utilice el pensamiento para dar a una práctica política un valor de Verdad: ni la acción política para desacreditar un pensamiento, como si éste fuera mera especulación. Utilice la práctica política como un intensificador del pensamiento, y el análisis como un multiplicador de las formas y de los dominios de intervención de la acción política.

Que nada le impida caminar este paso y el siguiente. Deje que la vida le atraviese en los libros. Aun cuando nos pasemos el día y parte de la noche en Trabajos de mierda (David Graeber), es urgente situar, defender cual trinchera, La vida en el centro. Recrear y ensalzar lo que es capaz de hacer el desacreditado barrio, sin romantizaciones, como explica Barrionalismo, pero también buscar las experiencias escondidas en el desacreditado campo, como en el Diario rural de Susan Fenimore Cooper. De la tierra, con la tierra y junto a la tierra, vienen las experiencias de las Mujeres indígenas, y también las muchas experiencias congregadas en torno a Cuidado, comunidad y común: lo que nos enseña la praxis política más básica de todas, la de la reproducción social. Una píldora de pensamiento feminista en torno a la maternidad, Madres de Jacqueline Rose, nos pregunta si no estamos cargando en ellas las culpas del mundo. Por último, antes del paso final: vayamos A la conquista del cuerpo equivocado y dejémosnos existir.

6 - No exija de la política que restablezca los “derechos” del individuo tal como lo ha definido la filosofía. El individuo es producto del poder [...]

El sexto paso toma posiciones contra el individuo, pide cuentas. El castigo, relato autobiográfico de la juventud de su autor, retrata el Marruecos de las últimas décadas del siglo XX. Como no puede faltar un libro de libreros, Nuestras riquezas repasa la historia de Argelia en el siglo pasado a través de un par de generaciones a cargo de “Las riquezas verdaderas”. Y casi todo el siglo XX, Italia y Europa, están en Historia de un comunista de Antonio Negri. Como no tenemos problema en dar de hachazos al individuo de mirada heroica y destino inefable, aquí llega el texto clásico de Carla Lonzi Escupamos sobre Hegel y otros escritos, pilar del feminismo de los setenta. Las vidas individuales importan en tanto que sus derechos se pelean en colectivo, por eso Un destello de libertad. Y como siempre, siempre, las pequeñas experiencias del individuo común pueden venir envueltas en tal explosión de terribles y maravillosas posibilidades, puede ser que sea hora de ir poniendo ya un Feliz final. Aunque parezca cosa de dos, es cosa de todes.

7 - No se enamore del poder.

Y, por favor, lea y haga circular las lecturas. Ante todo mucha calma y recuerde que (sólo) los libros no van a salvarle.

 

*** Este texto lleva intercaladas notas de Una introducción a la vida no fascista, de Michel Foucault.