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La amistad entre Émile Zola y Paul Cézanne se erige como uno de los más reseñables jalones del mundo cultural europeo, y su correspondencia es una ventana privilegiada. Uno de los más prominentes escritores del siglo xix y uno de los pintores más grandes de la historia, ambos, iconos de la modernidad, dejan ver sus debilidades a lo largo de una relación epistolar que, como por arte de birlibirloque, acaba bruscamente, de un modo que ha dado lugar a las lecturas más esotéricas. En el centro de la ruptura siempre se ha situado el caso Dreyfuss, en el que todos los personajes públicos se vieron obligados a posicionarse. Pero si se escarba un poco más, descubrimos que este no es, ni mucho menos, el principal motivo de ruptura, ni tampoco la publicación de la novela La obra (con la que, supuestamente, Cézanne se sintió ofendido al encontrarse retrata-do como perdedor). El descubrimiento de una nueva cartade Cézanne pos-terior a la considerada la "carta de ruptura" (por primera vez traducida al castellano en este volumen) ha hecho que estudiosos y curiosos se volvieran a preocupar por las vicisitudes de la relación y su final, ahora parece que no tan abrupto, en el que no solo las decisiones políticas o los egos sino también los roces familiares y la consideración artística mutua tuvieron un importante lugar. En el presente volumen, además de una selección representativa de las cartas (incluida la carta recién descubierta de Cézanne y una docena de cartas de Zola inéditas en castellano), se incluyen otros materiales (entre los que cabe destacar una crónica, también inédita en castellano, de Zola sobre la Comuna de París) Entre ellos, un iluminador prólogo de Robert Lethbridge, críticas de arte, ensayos, testimonios de y a terceros, diverso material gráfico y hasta un relato de Zola; todo con la intención de arrojar luz sobre las personalidades de ambos y sobre su compleja relación.