TODAS LAS COSAS MALAS QUE ME HICISTE

Cuando eres pequeña, es normal que te guste alguien mayor.
Que pienses en él durante las horas muertas del día, que escribas su nombre en los márgenes de las libretas, que imagines cómo sería tenerlo un poco más cerca.
El problema empieza cuando esos pensamientos se vuelven reales.

En Todas las cosas malas que me hiciste, la autora reconstruye, desde la memoria y la herida, los años en que tenía quince y dieciséis, cuando su profesor de inglés le prometió el mundo y llamó «amor» a lo que en realidad fue abuso.
De ahí nace una relación contaminada por la manipulación, la dependencia y la violencia emocional, narrada en primera persona a través de cartas que buscan entender y sobrevivir a todo lo ocurrido.