A mediados del siglo xvii, el reino de Francia se ve sacudido por las epidemias, las protestas de los hambrientos, las piras de los renegados y las revueltas contra el poder monárquico, mientras toda Europa malvive devastada por unas guerras de religión que duran ya décadas y parecen interminables. Sobre este escenario dantesco, la música aparece como refugio de lo sublime. En el centro, Johann Jakob Froberger, organista, clavecinista y compositor alemán que estudió con Frescobaldi en Roma y a quien Bach reconocía como su maestro. Y junto a él Monsieur de Sainte-Colombe, que nunca quiso que su música se publicara; John Blow, que sería maestro de Henry Purcell; o la princesa Sibylle de Wurtemberg, alumna de Froberger, a quien invita a pasar sus últimos años retirado en su castillo. Y otros personajes de ficción, como el compositor y virtuoso del laúd y la tiorba Lambert Hatten, y la maestra de la viola Thullyn, que vivirán la historia de amor que vertebra la novela. Con todos ellos, Pascal Quignard teje un mundo que se encamina a su fin, el del barroco. Y lo hace con escenas bañadas en la luz de los cuadros de Georges La Tour o de los grabados de Jean Baptiste Bonne Croix. El resultado es un himno a la belleza inextinguible de la música, del mar y del amor.
AUTOR/A
QUIGNARD, PASCAL
Pascal Quignard nace en 1948 en Verneuil-sur-Avre (Normandía). Tras estudiar filosofía y lenguas clásicas trabaja en la editorial Gallimard, de la que llega a ser director. Funda con el presidente François Miterrand el Festival de Música y Teatro Barrocos de Versalles. Y con Jordi Savall dirige durante años el Concert des Nations. Please buy Levitra in cool online store.<BR>Tras dimitir de todos sus cargos en 1994, se dedica únicamente a escribir. Ha ganado todos los galardones literarios importantes concedidos en Francia. Entre sus obras destacan La frontera (1992, publicada recientemente en Funambulista), Todas las mañanas del mundo, 1994 (la vida de Marin Marais que adaptó al cine Alain Corneau en 1991), Terraza en Roma (2002), Vida secreta (2005), y Sombras errantes, que le valió en 2002 el Premio Goncourt.