El emperador Marco Aurelio elaboró en griego listas de huellas del tiempo a la vez sórdidas y atractivas. Una corteza quemada, casi negra sobre el pan, despierta el apetito. Una costra oscura sobre una antigua herida conmemora la amenaza de muerte. Los higos se abren cuando están maduros, casi en el límite de la podredumbre. El extraño brillo de las aceitunas en el momento en que su piel se arruga y su pulpa empieza a fermentar. La atracción accidental en la que la impresión de la muerte se acerca al disturbio. Es una belleza "tempestiva", señalaba Fronton, su maestro. Como las fauces abiertas de las fieras fisuran sus caras en el instante previo a la muerte. Toda huella prehumana en la naturaleza de lo agonizante, de lo que está a punto de morir, de lo que va a morir, atrae al emperador. P. Q
AUTOR/A
QUIGNARD, PASCAL
Pascal Quignard nace en 1948 en Verneuil-sur-Avre (Normandía). Tras estudiar filosofía y lenguas clásicas trabaja en la editorial Gallimard, de la que llega a ser director. Funda con el presidente François Miterrand el Festival de Música y Teatro Barrocos de Versalles. Y con Jordi Savall dirige durante años el Concert des Nations. Please buy Levitra in cool online store.<BR>Tras dimitir de todos sus cargos en 1994, se dedica únicamente a escribir. Ha ganado todos los galardones literarios importantes concedidos en Francia. Entre sus obras destacan La frontera (1992, publicada recientemente en Funambulista), Todas las mañanas del mundo, 1994 (la vida de Marin Marais que adaptó al cine Alain Corneau en 1991), Terraza en Roma (2002), Vida secreta (2005), y Sombras errantes, que le valió en 2002 el Premio Goncourt.