1957: Henri Lefebvre estima en su justa medida los crímenes de Stalin y el aplastamiento del levantamiento obrero de Budapest y rompe con el Partido Comunista. Ruptura estridente de la que son testigos su gran libro La suma y el resto y este artículo que no volvió a publicarse jamás, 'Hacia un romanticismo revolucionario'. En él dibuja a grandes rasgos al hombre nuevo que ese romanticismo convoca: un hombre que le da la espalda al dogmatismo y deja de ser 'presa del pasado'. Que ya no separa más la política del arte. Que le pide a la imaginación, al sueño y al pensamiento que fecunden la política. Lefebvre vuelve a atar lazos aquí con la inclinación de su juventud; con un pensamiento libertario cercano al surrealismo. De esa manera se echa un puente que anticipa el Mayo del 68: 'La juventud es presa de lo posible, y lo posible la devora'. Anticipo de posibilidades que aún hoy no se han realizado.
HACIA UN ROMANTICISMO REVOLUCIONARIO
AUTOR/A
LEFEBVRE, HENRI
Fue un filósofo marxista francés, además de intelectual, geógrafo, sociólogo y crítico literario. Los textos de Lefebvre, traducidos a numerosos idiomas, le han dado más notoriedad fuera de Francia que en su país natal. En Estados Unidos, el pensamiento postmoderno ha recurrido a sus análisis sobre la modernidad y la vida cotidiana. Su crítica a la vida del día a día fue uno de los mayores aportes intelectuales que motivaron la fundación de la revista COBRA y posteriormente de la revista Situationist International. Lefebvre consideraba necesario que la cotidianidad se libere de los caracteres impuestos por el capitalismo a la vida individual y colectiva. De lo contrario, la cotidianidad será como un depósito subterráneo en que se sedimentan los convencionalismos y las mentiras del poder y por tanto será una barrera que impida la creatividad.