12/12/2019 - 19:00
Presentación de libro
Librería Traficantes de Sueños
Entrada libre
Aforo limitado
Espacio accesible
Con la participación Sergio García García, co-autor del libro Por una acción social crítica. Tensiones en la intervención social, Penélope Blasco, Elena Peñate y Manolo Bayona, miembros de Baladre, colectivo editor del libro Si no hubiera privilegios no habría miserias. Textos para la acción social crítica y transformadora.
Trabajadoras sociales, educadoras, mediadoras... Todo un ejército de profesionales, muchas de ellas precarizadas, bregándose cotidianamente en el barro de los desahucios, los cortes de luz, los refugiados abandonados, la gente sin hogar, la violencia y, en definitiva, la pobreza. Las trabas burocráticas, los pingües presupuestos de servicios sociales, los recortes de programas y el enfoque de control son el ecosistema en el que se juega una ayuda asistencial cuyo cometido es la inoculación de la responsabilidad individual en aquellos que sufren los fallos colectivos. El mandato que recibe la intervención social en el contexto neoliberal es claro: manejar el magma de inestabilidad social que se produce por debajo para evitar desbordes de un orden social injusto y profundamente desigual. Es el mismo mandato que reciben los policías, por cierto, pero con otras metodologías.
En ese espacio de tensiones que es la acción social, a veces acontecen cosas: se tejen relaciones de confianza, se crean alianzas. Solo en esas situaciones se pone en suspenso el mandato de control y emerge lo político. Este acto pretende pensar qué supone la politización intervención social a partir del diálogo entre dos libros: Por una acción social crítica. Tensiones en la intervención social (D. Ávila Cantos, N. Cassián Yde, S. García García y M. Pérez Pérez, Ed. UOC) y Si no hubiera privilegios no habría miserias. Textos para la acción social crítica y transformadora (N. Bribián, E. Garcia-Escamilla, A. Sanz y M. Sáez (coords.), Ed. Baladre / Zambra). El primero propone una reflexión sobre las condiciones sociales en las que se desempeña la intervención, y el segundo nos invita a romper las fronteras entre el trabajo social y la acción política.