Para envío
No sabemos si merece la pena matar por las cosas bellas, pero todos moriríamos un poco si no formasen parte del mundo que conocemos. Nuetros background -de dónde venimos y lo que nos gustaría ser- se ha fabricado con pedazos de papel rebosantes de letras y fotos: libros, revistas, fanzines, y/o cualquier conjunto de páginas agrupadas y encuadernadas de distintas formas. Cuando las palabras chocan con las imágines, las ideas se multiplican. Dejemos que se azoten furiosamente entre ellas.
Unas pequeñas reflexiones pertinentes. Si el libro, de vocación atemportal, ha sido programado genéticamente desde antes de su nacimiento para perduar, la revista está sometida, quizás en contra de su voluntad y bajo el peso de lo predeterminado, a la volatilidad del presente. Sin embargo, el fanzine, pobre desgraciado, es un desertor, proscrito al territorio de los márgenes. Cuánto nos pesan las etique3tas, porque en esa necesidad construida que nos conduce a la definición constante de todas las cosas, ni aceptamos lo imprevisible, ni dejamos espacio a la intuición, al misterio.
Madrid me mata. Pronto. ¡Hola! Sniffin' Glue. Riot Grrrl. BID. Mondo Bruto. Acéfalo. La luna de Madrid. Destroy all Monsters. Yo-yó. Estricnina. Creem. Ajo Blanco. Disco Expres. Kitpaw. BOMP!. Tentaciones. Punk Magazine. Nuevo Vale. Ruta 66. La Codorniz. Interviú. Teleindiscreta. A todos los fazines, a todas las revistas, a todos los libros. A la superficie tejida de celulosa como medio de transporte mental: gracias.





































