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Este libro analiza la clase media como el núcleo de nuestra particular forma de vida histórica y social. A pesar del carácter ilusorio de la igualdad de oportunidades y de la ficción meritocrática, la clase media ?o más bien el ideal de la clase media como norma social, aspiración y forma de integración? sigue siendo seguramente el elemento de mayor consenso en nuestras sociedades. Sobre la clase media ha descansado la estabilidad política de la democracia y la capacidad de que las crisis económicas no resultaran en catástrofes políticas. Así se explica aquí en los dos cortes que también constituyen las principales crisis políticas en la historia reciente del país: la Transición y el 15M.
En su trayectoria histórica reciente, la clase media es diseccionada en distintas figuras: el propietario, el garantizado, el padre/madre de familia, el educado y el modernizado. El resultado es un paisaje complejo y dinámico, que se despliega en el curso de varias décadas en paralelo a la transformación de su «constitución material», asociada a distintas formas de regulación política: keynesiana durante el desarrollismo franquista y neoliberal con el despliegue del capitalismo financiero. El arreglo social que conocemos como sociedad de clases medias no se entiende así como una categoría sociológica. Antes bien, aparece como una producción política en gran parte mediada por el Estado («la clase media es el pueblo del Estado», afirmaba el autor en su anterior libro).
El análisis se cierra con la pregunta por el porvenir de estas sociedades, que quizá ya no se puedan entender «de clase media», sino más bien divididas en tres hojas: una clase media consolidada cada vez más sobre la propiedad y la herencia, un creciente grupo de desclasados que ya no consiguen hacer valer sus competencias en un mercado laboral crecientemente precarizado y los nuevos proletarios, disciplinados en primer lugar por la línea de extranjería. En torno a estas nuevas formas de división social y en las posibles alianzas que seamos capaces de construir, nos jugamos nada menos que nuestro futuro. Sin duda, este libro resulta imprescindible para entender nuestra realidad más inmediata y, por lo tanto, para construir apuestas políticas de futuro.