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En 1971 Nicholas Georgescu-Roegen publicó la que con el tiempo será vista como una de las obras fundamentales de la ciencia del siglo XX: La ley de la entropía y el proceso económico. Con ella Georgescu-Roegen ponía las bases de una revolución en el pensamiento económico moderno al mostrar que la economía es un subsistema integrado en los ciclos de la naturaleza y no al revés, como mantiene la ortodoxia teórica dominante. A la unión entre biología, termodinámica y economía, Georgescu-Roegen la llamó bioeconomía. Esa nueva disciplina, conocida hoy como economía ecológica, busca concienciar del problema del agotamiento de recursos y de la insostenibilidad de una idea de sistema económico que Georgescu-Roegen deconstruyó de forma pionera. Pero lo decisivo de sus contribuciones es que desbordan el estrecho marco de la disciplina económica y permiten ver la conexión entre los saberes científicos naturales y sociales, y la necesidad de incorporar la dimensión ético-política al estudio de la economía. Bieconomía para el siglo XXI recoge las aportaciones de especialistas nacionales e internacionales en la obra del economista rumano con el objetivo de difundir y actualizar su pensamiento, y mostrar su alcance en otros campos del saber como la tecnología, la sociología, la política, la ética o la estética. Leer con atención a Georgescu-Roegen puede ofrecer claves valiosas para salir del atolladero global en que se encuentran las sociedades industriales del siglo XXI. A un mundo obsesionado con la idea de crecimiento económico, habrá que repetirle aquella simple verdad que el propio Georgescu-Roegen no se cansó de recordarnos: que "el verdadero producto del proceso económico es (o debería ser) un flujo inmaterial: el placer de vivir".