Levas, quintas, servicio militar. En toda Europa vuelve a resonar la vuelta del servicio militar obligatorio, del reclutamiento forzoso. La defensa nacional se vuelve a poner por encima de todos los criterios políticos como necesidad central. Pero ¿de qué nos estamos defendiendo? La crisis europea azota los mecanismos de control social y de exclusión encarnado en el sostenimiento o no de los viejos estados del bienestar. Pero ¿qué relación tienen todos estos elementos con los mecanismos de control y militarización social?

En esta sesión haremos un primer acercamiento a esta pregunta a modo de introducción del curso.

La encrucijada económica en Europa y España se tratan de resolver con nuevos posicionamientos globales donde la dimensión geopolítica y estratégica ganan fuerza. Lo que fue la apuesta del capitalismo verde ahora debe acompañarse de una estrategia militar, de armamento y de guerra, esto es a lo que nuestros ponentes denominan capitalismo verde oliva militar.  

«La pandemia y la guerra han hecho saltar las costuras de la Unión Europea. La interrupción de las cadenas globales de valor y los cortes del suministro de energía y materiales han evidenciado las debilidades del metabolismo económico europeo. En medio de las crecientes tensiones geopolíticas y la aceleración de la emergencia climática, la UE se ha revelado como una potencia en declive, una región dependiente de los recursos provenientes del exterior que solo puede mantener las ganancias de las clases dominantes con el rescate permanente de sus Estados miembros. (…)

El refuerzo de la tríada militarización-fronteras-extractivismo dirige las políticas europeas, que se despliegan internacionalmente a través de un renovado pack normativo con el que la UE trata de resituarse en el (des)concierto global. Junto al incremento de los presupuestos militares, la reindustrialización a través de la fabricación de armamento y el blindaje de la Europa fortaleza a través de la externalización de fronteras, la Unión Europea ha rediseñado sus instrumentos de soft power para proyectarse a nivel global.»

Dice Mark Neocleous que la distinción entre ejército y policía solo se puede concebir desde una óptica liberal. Las posiciones críticas deben escapar a estas simplificaciones que oponen «la ley frente a administración, lo constitucional frente a lo excepcional, lo normal frente a lo urgente, juzgados frente a tribunales, el poder legislativo frente al ejecutivo, Estado frente a sociedad
civil, o ejército frente a policía.»

Todos estos elementos están mucho más engarzados de lo que se suele reconocer y las tensiones que los mueve están mucho más unidas en la acción del Estado de lo que se pueden ver. Sin embargo, lo policial sigue teniendo enorme presencia en la vida cotidiana con formas de gobierno más blandas y cercanas. Así «lo ciudadano» ha dado una nueva dimensión social a la función policial, al igual que «lo humanitario» ha ofrecido un nuevo rostro al viejo intervencionismo militar.

¿Qué formas está tomando el control policial en el presente?¿Qué relación guarda en un contexto de mayor presencia de lo militar y la guerra? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos resolver en esta sesión