La Comuna de París, como momento revolucionario donde se decantaron buena parte de las tradiciones socialistas del siglo XIX, fue también un espacio donde emergieron importantes mujeres revolucionarias. Las comuneras, quizás uno de los sujetos más olvidados por la historia, fueron centrales en la agitación y movilización de la época. Louise Michell o André Léo fueron dos de las las más conocidas. Ensayistas, militantes, oradoras, periodistas y defensoras de las barricadas, son muchas las dimensiones desde las que lucharon estas “organizadoras de la revolución social”.

En esta sesión nos encontraremos con aquellas rebeldes periféricas, muchas veces olvidadas pero que apostaron por una transformación radical del mundo frente a la tiranía de las élites políticas y las oligarquías, pero también frente a quienes desde el propio bando revolucionario defendieron "la revolución sin la mujer".

“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. Esta declaración de Simone de Beauvoir -como otras muchas de sus interpelaciones-, resuenan hoy día con fuerza.

En esta sesión entraremos en diálogo con la rica aportación teórica de esta autora y militante feminista, Además, trabajaremos sobre la influencia que la misma ha tenido en el movimiento feminista hasta la actualidad. En la obra de Beauvoir se reconoce además otra pregunta que sigue resonando hoy ¿qué es una mujer? Con estas y otras preguntas entraremos a debatir sobre las consecuencias de su pensamiento, que siempre se basó en un llamamiento  a la acción.

La larga trayectoria de Monique Wittig como escritora, ensayista y activista feminista hace que sea una referencia imprescindible del feminismo francés y mundial. Su pensamiento, en el que se define la heterosexualidad como un régimen político, se centra en el enfoque de lo que ella denomina “lesbianismo materialista”. Las categorías de sexo, género, mujer y heterosexualidad adquieren una fuerte dimensión política en sus textos.

En esta sesión nos acercaremos a sus ensayos de “El pensamiento heterosexual” y al conjunto de su trayectoria.

“En este país el lesbianismo es una pobreza, como ser oscura, como ser mujer, como ser simplemente pobre. El peligro radica en alinear esas opresiones. El peligro radica en no ser capaz de reconocer la especificidad de esa opresión. El peligro radica en intentar enfrentar esa opresión solo en términos teóricos. Sin una envoltura emocional sentida en el corazón que surja desde nuestra opresión, sin que se nombre el enemigo que llevamos dentro de nosotras mismas y fuera de nosotras, ningún contacto auténtico no jerárquico entre grupos oprimidos puede llevarse a cabo.” (Cherrie Moraga, La Güera)

El feminismo chicano y sus luchas sirven de inspiración para cualquier apuesta política que quiera pasar por la interseccionalidad y la construcción de alianzas entre sujetos diversos. Autoras como Cherríe Moraga son indispensables para entender estos cruces donde la raza y la frontera se encuentran con los feminismos y las identidades disidentes. En esta sesión volveremos a preguntarnos sobre esta idea de interseccionalidad a partir de la experiencia y las luchas de feministas chicanas lesbianas como Moraga. 

Porque sin nosotras no se mueve el mundo, así reza el lema más conocido de Territorio Doméstico. El movimiento de trabajadoras del hogar y de los cuidados ha puesto en el centro un hecho básico que la economía capitalista, patriarcal y racista quiere ocultar: los cuidados, la reproducción de la vida. Sin duda, aquel mundo de la economía autodenominada productiva, no es más que un sistema extractivista en el que todo trabajo reproductivo y de cuidados queda minusvalorado, privatizado, oculto, relegado y esclavizado.

Mujeres migrantes y racializadas, precarias que luchan como ellas dicen “desde la dignidad y no "desde la pena”, mujeres que se han organizado para construir un movimiento biosindical que es una lucha desde el trabajo y desde la vida. Y que, como también señalan permanente, con una lucha que es feminista y que es para todas.